Avance y retroceso, ataque y cobertura.
Golpe por golpe, sin bajar la mirada
puesta en el frente y la hoja de la espada
y el rostro del contrario, con soltura.
Buscar la junta que hay en la armadura
para lanzar allí, la certera estocada,
que decida el combate, sin que nada
pueda igualar tal gloria y hermosura...
Así es la Vida, Hermanos de la Guerra,
que el hombre que vive como hormiga,
jamás entenderá, pues le sorprende
que la Fuerza, no es algo que se encierra,
tras los barrotes de social intriga...
Es algo que se tiene, se usa y se comprende.
"Quién desée terner la Paz consigo,
que busque un buen reto y un gran enemigo".
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